Actualmente Bogotá no puede llamarse sostenible, pues a pesar de los positivos caminos generados por sus más recientes gobernantes todavía falta mucho por hacer.
Yo considero que Bogotá llegará a ser una ciudad realmente sostenible ambientalmente en la medida que se continúen generando estos cambios y muchos otros como por ejemplo nuevos métodos de reciclaje, tratamiento de aguas residuales y control de emisión de gases en el área industrial y de transporte .
Pero finalmente lo más importante y que ya se está empezando a ver en la población es la preocupación por los problemas ambientales y el impacto del ser humano sobre la naturaleza.